lunes, 19 de agosto de 2019

SOMOS SIMIOS… RESILIENTES.


“El hombre razonable se adapta al mundo; el irracional insiste en intentar adaptar el mundo a sí mismo. Por tanto, todo progreso depende del hombre irracional”
George Bernard Shaw.
Desde hace algún tiempo entendí que la diferencia entre la locura y la genialidad está enmarcada por los resultados, no puedo dejar de imaginarme grandes gestores del cambio en su época siendo juzgados por pensar diferente, un claro ejemplo fue Galileo Galilei (padre de las ciencias modernas) quien se atrevió a pensar que la tierra no era el centro del universo, creencia que casi le cuesta la vida, u otro ejemplo como lo fue Jesús cuyas ideas de cambio si lo llevaron a la cruz. Me detengo a mencionar esto, porque me interesa crear un contexto que permita inferir que los grandes cambios no siempre (casi nunca) son bien aceptados y más bien son acompañados de una fuerte oposición.
Nuestro diario vivir nos muestra que nuestra sociedad se enfrenta a grandes retos que han potenciado problemas ya existentes, problemas como son la ausencia de justicia, la inequidad social, malos estándares de educación, entre muchos más. Pero, ¿cómo enfrentar este tipo de fenómenos inevitables?, porque líderes que se encarguen de mostrarnos todas las falencias existen y muchos, pero líderes que promuevan soluciones reales a nuestros problemas brillan por su ausencia.
De lo anterior, debo mencionar una conclusión obvia, solo el empoderamiento de cada uno de los miembros de la sociedad podrá traducirse en un cambio social, en todos los aspectos relevantes para el desarrollo sostenible (social, medio ambiental y económico), es necesario entender la responsabilidad individual en la elección de nuestros líderes, en la incapacidad institucional por ser un estado eficiente y que responda a las necesidades de una sociedad en franco proceso de deterioro, pero esta responsabilidad no puede entenderse como el espíritu de queja continua sino como la capacidad de promover cambios sociales desde el cambio personal.
Hace algún tiempo en un programa de NatGeo (Somos monos - https://www.youtube.com/watch?v=xfvNJCf43-8) se concluyó que una persona si hace el cambio, entonces no podemos esperar que otros inicien el cambio, tenemos que ser el motor del cambio y que a través de nuestro cambio la sociedad cambie.
Creo en la emotividad de la economía, es decir, que cuando estamos de buen ánimo aumentamos el consumo y cuando aumentamos el consumo la economía necesariamente se dinamiza y todos nos beneficiamos de este círculo virtuoso, es la única manera de explicar los aumentos del gasto en fechas y periodos específicos. Con lo anterior no pretendo desconozcamos realidades palpables, solo que creamos en nuestra capacidad de salir adelante a pesar de las adversidades, debemos aceptarnos como una sociedad resiliente[1] e imbatible.
Es necesario aceptar que como sociedad no existe la posibilidad de rendirnos, así que si solo tenemos una opción es mejor que esa opción nos lleve al destino que deseamos. Término como inicie, SOMOS SIMIOS RESILIENTES y somos una sociedad imbatible SI ASÍ LO DECIDIMOS CADA UNO DE NOSOTROS.


[1] Resiliencia. En psicología, capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente, etc.

viernes, 17 de mayo de 2019

¿La prohibición es el camino???


Colombia viene siendo víctima en un proceso colectivo de polarización, proceso que es promovido por cabezas visibles de la política nacional que requieren de la confrontación para poder seguir vigentes en la política Nacional y así continuar posando de víctimas y próceres (simultáneamente), creo que para que quien este leyendo estas líneas es claro quiénes son estos personajes, y no pienso entrar a juzgar porque no soy quien y porque encontrar diferencias entre estos personajes es muy complicado.
Inicio haciendo mención a esta triste situación, porque ha limitado la posibilidad de establecer políticas de estado a mediano y largo plazo respecto a que se quiere de Colombia en un futuro, los mayores avances se han logrado con la inclusión de Colombia en la OCDE en donde se establecen una serie de compromisos que aún no han sido expuestos de manera clara a la sociedad colombiana; no obstante, algunos expertos y experiencias internacionales permiten inferir que el primer paso a seguir es potenciar el crecimiento económico, pasando de las cifras actuales que rondan el 3% a un 8% sostenido y en crecimiento, siendo un reto nada despreciable pero que es el primer paso y un gran paso en pro de un mayor desarrollo económico de nuestra nación; en este momento se me viene a la mente un docente de presupuesto y finanzas corporativas que nos decía “después que hayan entradas hay presupuesto” y en este sentido puedo afirmar, mientras haya crecimiento económico hay posibilidades de desarrollar programas multi dimensionales complementarios de desarrollo.
El crecimiento económico no debiera ser un reto titánico como se ha convertido para nuestra nación teniendo en cuenta la alta disponibilidad de recursos minerales a explotar, así como todos los pisos climáticos y el no ser un país sujeto a estaciones, contar con un mercado interno relativamente amplio, entre muchos otros elementos; apelando a un narrador deportivo “pasando hambre y con la nevera llena”; pero lastimosamente tomamos el camino (encabezado por nuestros líderes políticos) de dedicarnos a buscar problemas pero no a generar soluciones, y las soluciones que se proponen a veces no son (a mi parecer) las más adecuadas.
Un camino que se debe seguir es el desarrollo minero y petrolero, pero frente a esto se ha tomado el camino de la prohibición; y me preguntó entonces, si la prohibición es la solución a nuestros problemas, ¿por qué nuestros políticos se siguen enriqueciendo mediante el desfalco a la nación?, ¿por qué se siguen presentando asesinatos a todos los niveles de la sociedad? ¿por qué el narcotráfico sigue siendo la actividad agrícola por excelencia? Si todas estas tristes situaciones están prohibidas, la respuesta es sencilla prohibir no sirve de nada.
Colombia ha desarrollado reglamentación amplia y suficiente (aunque con algunos vacíos) para el poder desarrollar de manera adecuada la explotación minero – energético, pero la limitante es el control efectivo del cumplimiento de estas normas; y está situación de incapacidad de ejercer control efectivo frente al cumplimiento de las leyes es una situación generalizada a todas las actividades de nuestra nación.
Algo claro es que no se puede promover la explotación minera y de petróleos y no generar desarrollo a la nación, esos recursos se deben evidenciar en desarrollo sostenible y bienestar para nuestra nación.
Mal haría en concluir que mediante la explotación minero - energética se alcanzará el crecimiento que requiere nuestra nación, pero es un avance en este proceso, pero es claro que solo mediante la suma de todos los sectores económicos de la sociedad colombiana, así como el compromiso general del Estado podremos encontrar un camino hacía nuestras metas… aun que como dije al comienzo debemos saber cuál es nuestra meta como país.
Para finalizar solo puedo decir que la solución para encontrar el crecimiento se encuentra en la COMPETITIVIDAD.

martes, 2 de abril de 2019

Ni de izquierda o derecha … solo colombianos.


Ni de izquierda o derecha … solo colombianos.

Me es muy difícil mirar un noticiero y que mi mente no sea invadida por el difunto Hector Lavoe y su canción Tu amor es un periódico de ayer, solo que en nuestro caso el periódico de ayer es el periódico de hoy y muy posiblemente el de mañana; es un poco desalentador darme cuenta que nuestras crisis son cíclicas y repetitivas, pero aún más desalentador es el hecho que nada hemos hecho para atacar las causas de parte de nuestras tristezas.

Durante muchos años hemos encontrado en el conflicto armado la excusa perfecta a nuestra incapacidad, pero cuando se asoma la posibilidad de comenzar un proceso de finalización del conflicto, es tan feo y grande lo que está a la espalda de esté que como sociedad nos ha dado miedo iniciar el camino hacia la paz y en este sentido hemos encontrado en la “polarización” la manera de encontrar el conflicto cercano que nos permite seguirnos excusando, y facilitarnos el seguir ignorando el muy alto número de problemas sociales que no nos han permitido avanzar de manera sostenible.

Es por esto que al revisar redes, en especial twitter veo un gran número de personas censurando al otro solo por pensar diferente, tildando a los otros de ser de derecha o de izquierda (como si eso fuera delito) y olvidando que al final todos tenemos el honor de ser colombianos; es interesante ver como la gran mayoría de personas creen que se disputa entre tendencias capitalistas y socialistas, cuando en Colombia no hay socialismo ni capitalismo, solo un pequeño número de políticos con delirios mesiánicos que se lucran de nuestra sed de conflicto, pero que han sido incapaces de desarrollar un modelo económico sea de la tendencia que sea, es por eso que hoy me tomo el atrevimiento y les pido dejemos de pensar en diferencias y mejor recordemos el punto común que nos une a todos y es el hecho de ser colombianos, y como tal pensemos en que podemos aportar para avanzar como sociedad.

Parafraseando un meme de Cantinflas que encontré en las redes sociales “El problema no es la riqueza, el problema es la pobreza y por eso debemos trabajar por más riqueza y menos pobreza”.

SOMOS SIMIOS… RESILIENTES.

“El hombre razonable se adapta al mundo; el irracional insiste en intentar adaptar el mundo a sí mismo. Por tanto, todo progreso depende d...