viernes, 17 de mayo de 2019

¿La prohibición es el camino???


Colombia viene siendo víctima en un proceso colectivo de polarización, proceso que es promovido por cabezas visibles de la política nacional que requieren de la confrontación para poder seguir vigentes en la política Nacional y así continuar posando de víctimas y próceres (simultáneamente), creo que para que quien este leyendo estas líneas es claro quiénes son estos personajes, y no pienso entrar a juzgar porque no soy quien y porque encontrar diferencias entre estos personajes es muy complicado.
Inicio haciendo mención a esta triste situación, porque ha limitado la posibilidad de establecer políticas de estado a mediano y largo plazo respecto a que se quiere de Colombia en un futuro, los mayores avances se han logrado con la inclusión de Colombia en la OCDE en donde se establecen una serie de compromisos que aún no han sido expuestos de manera clara a la sociedad colombiana; no obstante, algunos expertos y experiencias internacionales permiten inferir que el primer paso a seguir es potenciar el crecimiento económico, pasando de las cifras actuales que rondan el 3% a un 8% sostenido y en crecimiento, siendo un reto nada despreciable pero que es el primer paso y un gran paso en pro de un mayor desarrollo económico de nuestra nación; en este momento se me viene a la mente un docente de presupuesto y finanzas corporativas que nos decía “después que hayan entradas hay presupuesto” y en este sentido puedo afirmar, mientras haya crecimiento económico hay posibilidades de desarrollar programas multi dimensionales complementarios de desarrollo.
El crecimiento económico no debiera ser un reto titánico como se ha convertido para nuestra nación teniendo en cuenta la alta disponibilidad de recursos minerales a explotar, así como todos los pisos climáticos y el no ser un país sujeto a estaciones, contar con un mercado interno relativamente amplio, entre muchos otros elementos; apelando a un narrador deportivo “pasando hambre y con la nevera llena”; pero lastimosamente tomamos el camino (encabezado por nuestros líderes políticos) de dedicarnos a buscar problemas pero no a generar soluciones, y las soluciones que se proponen a veces no son (a mi parecer) las más adecuadas.
Un camino que se debe seguir es el desarrollo minero y petrolero, pero frente a esto se ha tomado el camino de la prohibición; y me preguntó entonces, si la prohibición es la solución a nuestros problemas, ¿por qué nuestros políticos se siguen enriqueciendo mediante el desfalco a la nación?, ¿por qué se siguen presentando asesinatos a todos los niveles de la sociedad? ¿por qué el narcotráfico sigue siendo la actividad agrícola por excelencia? Si todas estas tristes situaciones están prohibidas, la respuesta es sencilla prohibir no sirve de nada.
Colombia ha desarrollado reglamentación amplia y suficiente (aunque con algunos vacíos) para el poder desarrollar de manera adecuada la explotación minero – energético, pero la limitante es el control efectivo del cumplimiento de estas normas; y está situación de incapacidad de ejercer control efectivo frente al cumplimiento de las leyes es una situación generalizada a todas las actividades de nuestra nación.
Algo claro es que no se puede promover la explotación minera y de petróleos y no generar desarrollo a la nación, esos recursos se deben evidenciar en desarrollo sostenible y bienestar para nuestra nación.
Mal haría en concluir que mediante la explotación minero - energética se alcanzará el crecimiento que requiere nuestra nación, pero es un avance en este proceso, pero es claro que solo mediante la suma de todos los sectores económicos de la sociedad colombiana, así como el compromiso general del Estado podremos encontrar un camino hacía nuestras metas… aun que como dije al comienzo debemos saber cuál es nuestra meta como país.
Para finalizar solo puedo decir que la solución para encontrar el crecimiento se encuentra en la COMPETITIVIDAD.

SOMOS SIMIOS… RESILIENTES.

“El hombre razonable se adapta al mundo; el irracional insiste en intentar adaptar el mundo a sí mismo. Por tanto, todo progreso depende d...